El cazador y el perro

Hoy un amigo Miki!! me contó una historia camino a Carabayllo en bus:

'Había una vez un cazador que vivía con su esposa que esperaba un bebé. Todos los días que salía a cazar iba con su fiel acompañante, su perro. Aquel cazador confiaba en el perro incluso la seguridad de su propia familia. Los días pasaron sin inguna novedad en aquel bosque, pero el día del nacimiento del bebé, la esposa murió. Como vivía solo, no tenía con quien dejar al nuevo miembro de la familia, el bebé, entonces se alimentaba de los pocos animales, plantas y semillas que tenía cerca. Pero un día se vió en la necesidad de cazar para tener alimento. Es así que encarga a su perro su bebé. Cuando termina su labor de cazería, su perro no sale a darle la bienvenida como siempre. Se preocupa. Avanza con su escopeta en mano hacia su casa y no encuentra al bebé, sólo un gran charco de sangre en el suelo y todo hecho un desastre. Por la sombra ve que su perro se acerca feliz a darle la bienvenida con el hocico ensangrentado. Piensa lo peor. Ahorca al perro. Desde aquella oscuridad no sólo emocional sino también física, escucha un gemido y debajo de la cama estaba su hijo. Avanza hacia la cocina y ve dos cadaveres de lobos. Su perro fiel había cumplido su misión de proteger al bebé. Es así que aquel cazador lloró como no había llorado desde la muerte de su esposa'



¿Cuántas veces, ante una situación, tendemos apensar siempre lo peor? ¿Es tan difícil creer en las personas, confía en ellas? y lo peor es que generalmente no dan motivos para desconfiar de ellas.


Quiero confiar en la humanidad, en el mundo, en un futuro mejor. No ver a todos lados si llevo una cartera o creer que alguien me ofrece ayuda esperando algo a cambio.